El proyecto se ubica en Bétera (Valencia). Se trata del diseño para la reforma integral y ampliación de una casa de pueblo unifamiliar entre medianeras. La familia de Manuela, nuestra cliente y promotor con la que estamos disfrutando de este proyecto tan apasionante, es la tercera generación que reside en ella desde su construcción inicial. Hablamos de una residencia con un gran valor sentimental.

La superficie del estado inicial es de 230 m2 dispuestos en dos plantas de 7,90 metros de ancho por 14,90 de largo. La ampliación, proyectada por el arquitecto José Vicente Casar consiste en ganar el máximo de metros posibles por la parte trasera de la vivienda y la construcción de un edificio que por limitaciones físicas de espacio y exigencias de la normativa local, solo puede ser unido a la vivienda mediante una estancia de tres metros de ancho sin pasos o accesos cubiertos. Ahora la superficie total construida entre vivienda y edificio es de 401,49 m2.

Cuando llegamos a la obra por primera vez, nos encontramos con muchos metros para trabajar pero con una gran dificultad en cuanto a la proporción y distribución de espacios por la propia estructura portante de la vivienda existente y las limitaciones comentadas.

Las premisas del promotor fueron destinar la parte del edifico nuevo a ocio, como pueden ser barbacoas y eventos familiares puntuales y la existente a la residencia de uso cotidiano. Manuela nos plantea enfocar la vivienda desde un punto de vista funcional mezclando el concepto de «casa de pueblo» que ella siempre ha vivido con pinceladas de tendencias. En cuanto a la zona de nueva construcción, destinada a encuentros con amigos y familiares, buscar un espacio más diáfano tipo loft.

Nuestro primer objetivo fue trabajar con la distribución revisando todas las estancias para darles un enfoque y uso de arquitectura interior actual, sacando el máximo partido de cada una y eliminando, en la medida de lo posible, compartimentos y barreras a la luz natural.

Nuestra propuesta y objetivo prioritario fue aunar todo el espacio de la planta baja y bajos del «loft» mediante una conexión visual. Propusimos poder divisar toda la planta baja (zona de día) desde nada más abrir la puerta de la entrada principal para aportar amplitud y luz natural, teniendo como corazón el patio-piscina y la vegetación del mismo. Esto fué posible mediante grandes ventanales recayentes a dicho patio que nos permiten ver toda la planta baja desde cualquier punto de la misma. Dichos ventanales fueron diseñados con hojas correderas para poder ser retiradas hacia uno de los lados y dejar libre todo el resto, dando así más sensación de continuidad y prolongación de las estancias.

El patio fue estudiado aprovechando cada centímetro del mismo para que además de la piscina y vegetación posible dentro de un patio tan reducido mostrase la esencia de la casa (materiales tradicionales, hidráulicos, líneas depuradas…)

De esta forma podemos estar en el salón, comedor, cocina o barbacoa con la sensación de estar disfrutando del exterior en una casa que se encuentra en  pleno casco urbano de Bétera. Este efecto de prolongación fue potenciado también con los materiales, empleando para el pavimento del salón-barbacoa el mismo tipo de hidráulico que en el patio o revestimientos de piedra en la pared del salón barbacoa para coordinar con el muro de piedra que escogimos en la medianera del patio-piscina.

La planta primera fue destinada a la zona de noche en la cual, se ubican los dormitorios y un estar-chimenea a modo de distribuidor central y acogedor punto de reunión familiar.

En cuanto al dormitorio principal, compuesto por tres espacios cerrados e independientes (dormitorio, baño y vestidor), lo integramos en uno, dejando solo independiente  la zona intima y trabajando en la línea de las suites de los hoteles más actuales en diseño interior.

11-PATIO-VIVIENDA-ALBERTO-NAVARRO

12-COCINA-VIVIENDA-ALBERTO-NAVARRO

9-BETERA-ALBERTO-NAVARRO

10-BETERA-ALBERTO-NAVARRO

12-BETERA-INTERIORISMO-ALBERTO-NAVARRO

16-LOFT-ALBERTO-NAVARRO

16-LOFT-BETERA-ALBERTO-NAVARRO